Luego de toda una travesía escolar y llegando a los últimos días de cursada resulta un tanto imposible no dar la vuelta para fijarse en todo el camino que se recorrió. Risas, enojos, noches de insomnio por los nervios, el dolor de panza que nos provocó ese primer parcial y ni que hablar del primer final, compañeros que fueron y vinieron, mates compartidos, profesores que nos dejaron su semilla y nos inspiraron a soñar con una mejor educación entre otras cosas. A lo largo de toda nuestra carrera se nos introdujeron diferentes formas de enseñar y aprender, todas de estas distantes a la manera tradicional a la que estamos acostumbrados y en donde el docente ya no es la parte central sino que pasa a acompañar al estudiante.
Este año, en la materia Espacio de definición institucional - Matemática y el Trabajo por Proyectos a cargo de la docente Alejandra G Redin, fuimos capaces de profundizar todavía más en estas metodologías.
Comenzamos adentrándonos en el ABP - Aprendizaje Basado en Proyectos- en donde unas de las clases trabajamos con en el texto "Viaje a la escuela del siglo XXI" Alfredo Hernando. Respecto a este tema, mi compañera Rocio Fernandez en su entrada expresa que "El aprendizaje basado en proyectos es una metodología educativa que integra el contenido curricular con problemas basados en experiencias reales. Se caracteriza por situar al alumno como protagonista de su propio aprendizaje, enfrentándose a desafíos, problemas y el trabajo en conjunto con sus compañeros en un entorno autónomo y organizado, con un docente como asesor y evaluador constante. Su estructura se basa en 3 conceptos básicos: diseño, creación y muestra." y de esta misma entrada rescato la frase que eligió de Hernando: "Conecta tu pasión con el currículo (...)", se la puede relacionar con el hecho de que siempre se enlaza a la docencia con la vocación, algo que sale de dentro de uno y lo hace por pasión, sentimiento que se suele perder a lo largo del tiempo a causa del cansancio, pero siempre hay maneras de recuperarlo como por ejemplo innovando y probando nuevos métodos de enseñanza, los cuales no son pocos.
Y ya que mencionamos el perdernos, seguramente en algún punto de nuestra vida llegue ese momento en el que comenzamos a cuestionarnos sobre cómo llevar adelante nuestra clase y se nos llene la cabeza de preguntas relacionado a esto. Para esto, mi compañero Rubén Herrera en su entrada nos habla de la Taxonomía de Bloom, definiéndola como "marco referencial que emplean los educadores para fijar, de forma clara y concisa, los objetivos formativos que deben alcanzar los estudiantes, además de las habilidades que deben dominar para conseguirlo y dar por superada una etapa educativa.". Si a esto lo complementamos con las inteligencias múltiples -diferentes capacidades que pueden tener los estudiantes de solucionar problemas o elaborar bienes valiosos- podemos lograr un ambiente en donde se busca formar aprendizajes significativos teniendo en cuentas los gustos e intereses de nuestros alumnos, logrando que se sientan parte de la educación y evitando sentimientos negativos como la frustración por no ser capases de avanzar de la misma manera que sus compañeros, cuando en realidad no hay una forma correcta, sino que distintos caminos que llegan a la misma meta.
Otra metodología que pudimos estudiar fue el de Aula Invertida o Flipped Classroom, en la cual parte del aprendizaje ocurre fuera del aula a través de videos o clases grabadas que los alumnos visualizan en sus casas para que luego el tiempo de clase se utilice a modo de responder dudas para facilitar y potenciar otros procesos de aprendizaje. Para este tema mi compañero Federico Vilar en su entrada nos relata una secuencia didáctica utilizando esta metodología y herramientas digitales para introducir la trigonometría a alumnos de 3er y 4to año de secundaria. "La primera y segunda etapa serán dadas antes de la clase con el fin de utilizar el tiempo de esta para el desarrollo de procesos cognitivos de mayor complejidad que favorezcan el aprendizaje cognitivo. Estas primeras etapas buscan despertar el interés de los educandos y explicarles los conceptos básicos del tema a abordar, de esta forma los educandos comenzarán la clase con herramientas para realizar la siguiente propuesta: un Kahoot." ejemplificando lo antes mencionado de que los alumnos parten desde sus casas con los conocimientos y en el aula se dedican a ponerlos en práctica.
Para finalizar el año nos tocó a nosotros mismos diseñar un proyecto a gran escala incorporando todo lo aprendido y diferentes herramientas digitales para enriquecer la propuesta. De entre todas las presentaciones que se hicieron rescato la de mi compañera Romina Ledesma que junto a su grupo nos invitan a pensar en el mundo que nos rodea y cómo hacerle un favor a través de "Diseñando un Futuro Renovable", una propuesta interdisciplinar que se apoya en el trabajo de las energías renovables y su uso en diversas estructuras de nuestro país. De este proyecto destaco su originalidad a la hora de enseñar geometría, objetos tridimensionales, ambiente y recursos de Latinoamérica de una manera atractiva para los estudiantes y que además les deja la satisfacción de que lo que fueron capaces de aprender y lograr a lo largo del proyecto puede repercutir fuera del aula.
De este recorrido me llevo conmigo infinidad de ideas y propuestas que aplicar cuando sea docente además herramientas que no conocía y que resultan atractivas y enriquecedoras a la hora de enseñar como lo pueden ser aquellas de diseño 3D, realidad virtual, graficadoras e incluso la programación y sus distintos lenguajes pueden servir para enseñar matemática, algo que puede sonar muy loco la primera vez que lo escuchas pero que al final de cuentas tiene todo el sentido, y lo mejor de todo es que se trata de herramientas fáciles de utilizar para cualquier docente o estudiante, otro argumento a favor de que no es necesario complicarnos tanto para dejar entrar a la tecnología en nuestras aulas y compartirlo con lo demás.
Pareciera mentira que después de tanto estamos cada vez más cerca de nuestra meta y que a pesar de todo seguimos de pie, me despido con la frase del escritor colombiano Gabriel García Márquez "No llores porque se termino, sonríe porque sucedió." a pesar de que me es imposible no derramar lágrimas, pero eso no tiene nada de malo porque puedo tomarme una pausa para limpiarlas, respirar hondo y seguir adelante con una sonrisa y feliz por todo lo que logré. Llegó el momento de seguir caminando.
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